01 febrero 2007

La doble moral de algunos...........

“Concursemos juntos?, total estamos medios listo”…… así parte la cosa, que difícil seria concursar luego de escuchar una frase así, es mas, si alguien escuchara esto pensaría que es una conversación privada en alguna oficina de poca monta de Chiledeportes, o en algún sucucho de impuestos internos o cualquiera de estas instituciones corruptas que tanto abundan en nuestra larga y angosta (y a veces rasca) faja de tierra. Esta vez hablamos de una institución de alguna manera respetable, en la cual algunos apoderados están dispuestos a pagar los aranceles más altos del mercado educacional chileno, para que sus hijos reciban una educación de calidad.
En fin, tratare de no desviarme del tema y ser lo mas preciso posible en mis apreciaciones, la cosa es que se juro el concurso del Santiago College y gano un proyecto que anteriormente contaba con la 2da mención, lo cual podrá ser o no discutible.
Las preguntas del caso serian las siguientes:
1/ De que sirvieron las opiniones de los asesores técnicos en cuanto a los proyectos presentados?
2/ Por que se tomo la decisión a puerta cerrada y lo concursantes no conocieron el acta de los asesores?
3/ Para que cresta llaman a concurso?
4/ Derechamente estaba arreglado?
5/ Ciertamente a la gente del concurso le gustaba el colegio ganador a pesar de ser color pipí?
En verdad el colegio al igual que con el gato puede hacer lo que quiera, de hecho ya lo hicieron, lo que no deberíamos tolerar es que esta gente se pase por la raja el trabajo de 35 destacadas oficinas de arquitectos, todo esto con el patrocinio del colego de arquitectos, el cual, aun no dice nada. Lo otro que seria importante es que los padres pensaran bien antes de postular a sus hijos a los colegios, ya que no solo es importante la calidad de la educación y los valores que se entregan, si no que también la gente que dirige este, sea lo suficientemente confiable y transparentes, para que así los niños no sean educados con una doble moral como la que el Santiago Collage ha demostrado en este circo veraniego.

PD: durante esta segunda etapa se les solicito expresamente a los arquitectos participantes no hacer publico este tema, es de esperar que ahora los arquitectos hablen y expresen su opinión, para que por lo menos a los regentes de este bulín les pese la conciencia, ya que la moral al ser doble se puede engañada fácilmente

02 enero 2007

El gato es mio..............

Nuevamente los arquitectos nos hemos visto ante un concurso que no tuvo el final esperado, es decir, que se adjudique un ganador y que este siga su curso adecuado.
Hace algunos meses se realizo una convocatoria para un concurso de ante proyectos para el colegio Santiago Collage, una convocatoria bastante estricta que permitía solo la participación de experimentados arquitectos, lo cual me parece bastante correcto, en fin comentare acerca de dos cláusulas de las bases.
1: El ganador debía contar con los 2/3 de los votos de los representantes del colegio
2: El mandante tenia un mes para hacer todas las observaciones pertinentes para que el equipo ganador las incorporar a su proyecto.
Pues bien, el concurso se declaro desierto y se dan 5 premios: 2do lugar, 3er lugar, 1ra, 2da y tercera mención. Los arquitectos jurados contratados llegaron a un consenso con respecto al proyecto ganador, pero acogiéndose a la cláusula de los 3/3 se decidió no dar el premio, primera pregunta: Para que gastan 7.000.000 en 7 destacados jurados si finalmente su voto vale menos que el de los representantes del colegio?
Mas grave aun es que el concurso contaba con el auspicio de nuestro “distinguido” colegio de Arquitectos, el cual aun no se ha manifestado públicamente, lo cual me parece derechamente vergonzoso.
En fin, ahora las 5 oficinas están trabajando nuevamente en las observaciones echas por el jurado, afortunadamente bajo honorarios, en este nuevo escenario me surgen nuevamente 2 preguntas:
1: Si según las bases, el mandante contaba con el mes de observaciones, no habría sido bueno trabajar con el mejor proyecto, y hacer los cambios que el colegio requiriera?
2: Es justo para el segundo y tercer lugar tener que competir nuevamente con las menciones? Que es sabido que muchas veces son proyectos que se premian por lo arriesgado del planteamiento o por lo “jugado” de su partido.
Con esto me acuerdo tan como dice el chiste “ el gato es mio y me lo tiro cuando quiero” es decir, hago una convocatoria pero al final hago lo que quiero.

26 septiembre 2005

La Opinión de unos pocos

Como vecino del sector del Parque Forestal, he seguido de manera distante las últimas polémicas acerca de la realización de eventos masivos en el Forestal.
Uno de los últimos actos masivos fue la fiesta “Love Parade”, realizada en Enero de este año, en donde una veintena de carros giraban en torno a una zona del parque y los asistentes bailaban de manera frenética acompañando el recorrido de estos (claro que el 70% de los asistentes se dedicaban a instalarse en el parque y tranquilamente tomaban extraños brebajes, fumaban marihuana de dudosa procedencia, y evacuaban todo tipo de líquidos y sólidos desde su cuerpo), y paralelamente, los que bailaban, realizaban estas mismas "performances" en las calles aledañas al Parque, convirtiéndolas en una especie de mostrario de “orines” y “coliformes” de la fauna Santiaguina. Todo esto -lógicamente-, sin importar la presencia de vecinos, guardias municipales (inutilidad que merece capitulo aparte), ancianos, carabineros y asistentes. Mucho se habló también de la cantidad de pechugas que se mostraron desde los carros, las cuales incluso llegaron a constituirse como portadas de algunos medios. Y como es lógico, vino después la polémica de los vecinos del sector por lo perturbador e ingrato que resultaba hacer este tipo de actos en un lugar tan tradicional como el Parque Forestal, por lo que las autoridades no encontraron nada mejor que hacer los actos -como el del ayer domingo 25 de Septiembre- en la Plaza Italia.
No creo que el Parque Forestal ni otros lugares públicos de mayor escala dentro de la ciudad pueden atribuirse solo a los vecinos del sector, y que en base a sus lógicos reclamos, estos tienen que ir acomodándose en lugares “poco acogedores”, o tal vez en lugares con poca identidad dentro de la ciudad. El echo de construir un país más “democrático” implica muchas veces la generosidad de algunos, y tener claro que hay lugares de los que la gente no se puede apropiar solo por el echo de vivir cerca. El Parque Forestal es un lugar propio de la ciudad y la gente tiene todo el derecho de disfrutar de él y de realizar diferentes eventos de carácter público. Lo que si es importante es que los organismos correspondientes en conjunto con los organizadores, sean capaces de asegurar a los habitantes del sector, que se minimizarán los riesgos, se tendrá especial cuidado con el aseo del lugar y, que de existir ganancias, (que no sería malo pensar en una fórmula) estas se invertirán en el sector.
La vida al aire libre, el aprovechamiento del espacio publico, la igualdad, la vida urbana, son un problema de las autoridades, pero fundamental es también la tolerancia de los vecinos en entender que ellos no son únicos dueños de su entorno inmediato.
¡La generosidad parte por casa!

24 septiembre 2005

La opinión del Alcalde

Son definitivamente sorprendentes las intervenciones o proyectos de intervenciones de carácter público que se pueden encontrar en un corto recorrido por la historia de las ciudades, comunas o poblados, que más que pertenecer a un sentido urbano de entender la ciudad, se pueden catalogar como lo que podríamos llamar “el capricho del alcalde”, ya que carecen de todo tipo de lógica urbana, y lo buena de estas, solo está en la mente de este curioso personaje que trabaja en base a la tincada.
Esta mala intuición muchas veces está determinada por un frase de combate muy popular en esta época: “estas son las necesidades reales de la gente”. Esta frase no necesariamente alude a un sector político especifico, ya que con el correr de nuestra precaria democracia quedó claro que con variaciones más o variaciones menos, esta frase podía ser adaptada a ambos sectores.
En fin, para retomar lo que nos convoca, cómo olvidar aquella “original” construcción llamada: La Cruz del Tercer Milenio, en la ciudad de Coquimbo, que tal vez muchos de sus defensores y gestores podrán decir que la obra trajo consigo un mayor desarrollo turístico del sector, o que tal vez ayudó a levantar la alicaída actividad comercial del sector, o simplemente dar a conocer la ciudad.
Otro sabroso ejemplo de nuestra curiosa historia urbanística podría ser el “concurso de ideas” organizado por la Municipalidad de Santiago el año 2003, que intentaría construir una torre al costado de la Estación Mapocho, que pudiera acoger una serie de antenas de telecomunicaciones, y que además se constituyera en un hito dentro de la ciudad para así revitalizar un sector que a pesar de varios esfuerzos, había quedado abandonado. Creo que a pesar del esfuerzo de jurados y arquitectos participantes, la idea cayó por su propio peso ya que finalmente se trataba de una idea populista que de mala manera trataría de constituirse en un referente impuesto a los habitantes de la ciudad.
Ante estos dos claros ejemplos surgen varias preguntas:

¿El tamaño importa?
¿Lo bonito cuesta caro?
¿Son esas las necesidades reales de la gente?
¿Esta manera de intervenir la ciudad es propia de nuestra cultura?
¿Es bueno que un alcalde tenga el poder de modificar el paisaje urbano a partir de su dudosa intuición?


Creo que si aún creemos en esa extraña frase que nos determina como “los Ingleses de Sudamérica”, deberíamos reflexionar acerca de la discreción y sutileza con la que los ingleses manejan su ciudad (que,con excepción de un par de ejemplos no gratos) son capaces de revitalizarla con el correr del tiempo sin perder el rumbo y -lo más importante- jamás tratan de ser lo que no son.
Tal vez nos falta aprender que el mirar hacia fuera implica un alto grado de madurez en cuanto al filtro que se aplica en las ideas importadas. A veces es bueno mira hacia adentro y entender cual es la manera adecuada de resolver los problemas en cuanto a nuestra identidad cultural y urbana.

23 septiembre 2005

"Enchúlame" la obra

Difícil sería imaginar una obra de Picasso, Dalí o Miro, intervenida por su dueño a raíz de que algo no le calzaba, no le gustaba, o tan solo ya había perdido el gusto por cierto color y se le ocurrió ponerle un "toque más de rojo". No sería muy bien visto que al alcalde de turno se le ocurriera cambiarle el color a cierta escultura o intervenirla porque "los tiempos han cambiado". Creo que todos estaremos de acuerdo en que estos ejemplos serían una locura, es más, estoy completamente seguro que nadie sería capaz de tocar alguna buena pieza de arte o una escultura pública.Me pregunto entonces, ¿Por qué nadie tiene esta conciencia cuando es la arquitectura la que se interviene?. Tan solo basta darse una vuelta por la ciudad para percatarse que la arquitectura esta llena de "intervenciones" poco gratas, y que poca relación tienen con el pensamiento que las originó. Un buen ejemplo es la intervención que se le ha realizado con el correr del tiempo al mall Parque Arauco, que ha pasado de ser, en su origen, un edificio bastante limpio, claro, y en un terreno con "aire", a convertirse en lo que podría llamarse "el Palacio de la Chimuchina”, con un gran mostrario de mal gusto, de ordinariez y del poco criterio en las intervenciones realizadas, donde lo único que importa es adosar volúmenes (aunque tal vez esa palabra le queda grande) sin orden alguno, que cumplan con los requerimientos económicos del mall. Por otra parte, nadie repara en el echo que la obra intervenida tiene un autor llamado "Arquitecto", que posiblemente pasó un buen tiempo tratando de llegar a la mejor solución para un encargo determinado, y luego de un tiempo, por razones que muchas veces son entendibles, se intervienen de cualquier manera y por cualquier persona, sin tener ninguna consideración con el autor original.